Se estima que casi 5.8 millones de Estadounidenses viven con la enfermedad de Alzheimer (AD). La mayoría de esas personas son mayores de 65 años. Los expertos prevén que este número se duplique cada 5 a 10 años, y de aquí al 2050 habrán cerca de 14 millones de personas con el trastorno. Todos los tratamientos actuales para la AD son solo para síntomas leves, incluidos problemas con el razonamiento y el pensamiento, pero no todas las personas responden a esos medicamentos. Además, estos agentes también tienen efectos adversos que no siempre son tolerables. Ninguno de los tratamientos disponibles actualmente ha demostrado retrasar o prevenir la progresión de la enfermedad. Pero en el horizonte, nuevos estudios están iluminando el camino para mayor ayuda en el futuro.
A medida que las neuronas cerebrales mueren, los síntomas empeoran y la mayoría de las personas con AD requieren admisión en centros de atención a largo plazo a medida que se vuelven inmanejables en casa. Durante las últimas tres décadas, los investigadores han tratado de encontrar tratamientos que puedan retrasar o prevenir la AD. Con una comprensión cada vez mayor de cómo la AD afecta a las neuronas en el cerebro, finalmente ha habido un avance de la cura para el Alzheimer en 2022. La mayoría de las investigaciones se han enfocado en las placas en el cerebro de los individuos con AD. Esas placas aparecen antes de que se desarrollen los síntomas y si se puede encontrar una manera de prevenir la acumulación de placas, se puede evitar potencialmente el desarrollo de los síntomas.
Los estudios novedosos sobre la cura y los tratamientos potenciales del Alzheimer han mostrado algunos resultados prometedores.
Disolución de las placas: La mayor parte del enfoque actual en el manejo de la AD se ha dirigido a las placas de proteínas conocidas como amiloide. Esas placas son una característica clásica del trastorno y a menudo se depositan temprano en el cerebro. Las personas que desarrollan esas placas en el cerebro son más propensas a desarrollar síntomas de AD que las personas sin placas. Por lo tanto, se han desarrollado varios fármacos (anticuerpos monoclonales) que previenen la formación o agrupación de esas placas amiloides. Los anticuerpos monoclonales son muy similares a los anticuerpos naturales en la circulación sanguínea, pero tienen un solo objetivo: beta amiloide. Desafortunadamente, el amiloide no se encuentra en todos los pacientes con AD y se desconoce por qué ocurre eso. Se cree que cerca del 30% a 35% de los pacientes con AD con síntomas leves a moderados pueden no tener amiloide cerebral, y por lo tanto no pueden beneficiarse de ese tratamiento.
Aducanumab: el año pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos aprobó Aducanumab, que se conoce como anticuerpo monoclonal, para el tratamiento de casos selectos de AD leve. Este es el único fármaco aprobado en los Estados Unidos para el tratamiento de las placas amiloides en el cerebro. Una vez que se eliminan las placas, las células cerebrales dejan de morir y la memoria, el pensamiento, la función y el comportamiento del paciente dejan de empeorar. Sin embargo, todavía hay debate sobre si el medicamento realmente funciona. Si bien varios ensayos pequeños han demostrado que el fármaco no solo previene la agregación de amiloide, sino que también disminuye los síntomas, otros ensayos clínicos no han demostrado ningún beneficio. Además, aún no existen datos a largo plazo sobre ese agente y si puede prevenir la demencia. Sin embargo, existe la esperanza de un avance decisivo en la cura para Alzheimer en 2022.
Actualmente, Aducanumab solo está aprobado para su uso en pacientes seleccionados con deterioro cognitivo leve o enfermedad de Alzheimer temprana. Antes de que se pueda administrar el tratamiento, todas las personas con AD deben someterse a una exploración por TEP para determinar si tienen placas amiloides.
Varios otros anticuerpos monoclonales también han sido desarrollados (Gantenerumab, Lecanemab y Donanemab) por diferentes fabricantes de fármacos y también se dirigen al amiloide en el cerebro. Todos esos agentes se están evaluando actualmente en ensayos clínicos.
Para tomar el medicamento, necesita una infusión intravenosa cada cuatro semanas por el resto de su vida. Esto significa ir a un hospital o una clínica donde se inserta un tubo intravenoso y se infunde el anticuerpo monoclonal lentamente durante varias horas. El anticuerpo monoclonal Gantenerumab se puede administrar debajo de la piel, y uno puede administrar el fármaco en casa; sin embargo, esa técnica requiere cierta habilidad y herramientas.
La característica más preocupante de Aducanumab son los efectos secundarios, que pueden incluir los siguientes:
Todos los pacientes que reciben Aducanumab deben ser monitoreados de cerca por un equipo de médicos. Si se desarrollan estos efectos secundarios, el medicamento debe suspenderse inmediatamente.
Por el momento, se están llevando a cabo más ensayos clínicos para determinar sus efectos secundarios a largo plazo. Algunas aseguradoras han rechazado la cobertura de Aducanumab y solo unos pocos centros en los EE.UU. ofrecen esa terapia.
Por último, es importante saber que ese novedoso tratamiento con anticuerpos monoclonales para la AD es prohibitivamente costosa. El costo del medicamento es de unos 56,000 dólares al año, es decir unos 5,000 dólares al mes. Medicare ha iniciado un contrato con la compañía para que el medicamento esté disponible por aproximadamente $28K al año. También está el costo adicional de la exploración por TEP ($ 5,000) y la administración del medicamento; en total, el paciente se quedará con un copago considerable.
Existen cada vez más pruebas que indican que la salud del cerebro está estrechamente relacionada con la salud del corazón y los vasos sanguíneos. Las personas que sufren daños en los vasos sanguíneos y el corazón tienden a tener un mayor riesgo de demencia. Por lo tanto, los investigadores están analizando el papel del control de la presión arterial, la diabetes y el colesterol, y cómo afectan al cerebro. En general, se ha demostrado que las personas que tienen control de su presión arterial, diabetes y colesterol tienen un riesgo mucho menor de AD en comparación con aquellos que no tienen control sobre esos parámetros. Hoy en día, muchos especialistas de la salud están alentando a los pacientes a adoptar un estilo de vida positivo que incluya una buena nutrición, ejercicio, eliminación del tabaquismo, reducción del peso corporal y limitación del consumo de alcohol.
Si bien los investigadores continúan desarrollando nuevos tratamientos para la AD, queda por demostrar si previenen o revierten la demencia. Además, esos nuevos tratamientos podrían tener efectos secundarios más que indeseables. Mientras tanto, los especialistas de la salud recomiendan encarecidamente adoptar un estilo de vida positivo, porque datos preliminares muestran que puede retrasar o prevenir la aparición de la demencia. Todo el mundo está buscando una cura para el Alzheimer en 2022.
Cano Health es un proveedor de servicios de salud centrado en el paciente que se enfoca en la atención médica para personas mayores. Han instituido muchos programas para ayudar a mantener a las personas mayores saludables y activas. Lea el mensaje del Dr. Marlow Hernandez Cano, D.O., M.P.H., M.B.A., F.A.C.P. y llámelos al 1-855.975.5119 hoy para aprender más sobre cómo pueden ayudarle. Si todos trabajamos juntos, hay esperanza por un avance decisivo en la cura para el Alzheimer.
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