El diagnóstico y tratamiento precoz de la enfermedad de Alzheimer son dos preocupaciones en las que los científicos e investigadores se están enfocando mucho para ayudar mejor a los pacientes en el futuro. La esperanza para el futuro tratamiento precoz del Alzheimer se basa en nuevas formas de diagnosticar la enfermedad antes de que comience el deterioro mental. Se están probando nuevas estrategias e incluyen:
Los biomarcadores son uno de los potenciales signos reveladores más nuevos de la enfermedad de Alzheimer precoz. Se están realizando investigaciones sobre esta tecnología y el método de detección. Algunos biomarcadores que se están estudiando incluyen niveles de beta-amiloidea y tau. Se sabe que los depósitos de beta-amiloidea de fragmentos de proteínas se acumulan entre las células nerviosas. Tau, otra proteína, se asemeja a fibras retorcidas que se acumulan dentro de las células. Es el daño y la posterior muerte de las células nerviosas lo que causa fallas en la memoria y otros aspectos de la enfermedad.
Para ayudar con el diagnóstico y tratamiento precoces de la enfermedad de Alzheimer, otra herramienta que se podría utilizar podría ser el perfil de riesgo genético. Los científicos han observado que tres genes están presentes cuando se hereda la enfermedad de Alzheimer. Estos genes aumentan el riesgo de contraer la enfermedad, pero no aseguran por completo que la persona la contraerá; simplemente evalúa que sus riesgos son mayores. Se están realizando ensayos clínicos para evaluar APOE-e4, que ha demostrado ser un gen de alto riesgo dentro de algunos grupos.
El líquido cefalorraquídeo actúa como amortiguador de áreas alrededor de la médula espinal y el cerebro. Se cree que la enfermedad de Alzheimer provoca cambios en los niveles de este líquido. Los dos biomarcadores discutidos anteriormente son dos que se encuentran en este líquido, junto con la luz del neurofilamento, que posiblemente también puede atestiguar la aparición precoz de la enfermedad de Alzheimer. La estandarización de la medición de estos marcadores está en curso y se debe evaluar la validez de los resultados de las pruebas.
Ver imágenes del cerebro es un método de detección actual para la enfermedad de Alzheimer. Algunas herramientas incluyen MRI (imágenes por resonancia magnética), tomografías computarizadas, tomografías PET (tomografía por emisión de positrones), fMRI (imágenes por resonancia magnética funcional) y SPECT (tomografía computarizada por emisión de fotón único). Las investigaciones siguen buscando en estas herramientas para ver cómo pueden desempeñar un papel más importante en el diagnóstico y tratamiento precoces de la enfermedad de Alzheimer.
Los análisis de sangre también pueden indicar la presencia de biomarcadores. Es necesario desarrollar nuevos métodos de prueba que sean económicos, simples y no invasivos para ayudar mejor en la detección precoz del diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Actualmente, los análisis de sangre no se utilizan de forma rutinaria, y los investigadores se siguen esforzando por estandarizar los análisis de sangre y certificar su validez. Los análisis de sangre podrían ser de gran ayuda para comprender la progresión de la enfermedad, así como para respaldar el desarrollo de fármacos para las opciones de tratamiento precoz del Alzheimer.
El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer durante las primeras etapas puede ser difícil. Actualmente, no existe una prueba única para la enfermedad. Los primeros síntomas del trastorno no son específicos y pueden confundirse con muchos otros trastornos. Para las personas que pueden tener la enfermedad de Alzheimer de inicio precoz, el diagnóstico se basa en varias pruebas que evalúan las habilidades de pensamiento y memoria. Estas pruebas son en forma de cuestionarios y fotografías que pueden darle una pista a los trabajadores de la salud sobre qué trastorno puede estar experimentando el paciente. En general, se suelen realizar pruebas de laboratorio para descartar otras posibles causas de pérdida de memoria y trastornos del comportamiento.
En el pasado, el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer solo se hacía después de la muerte, luego de una autopsia en secciones del cerebro que se examinaban bajo un microscopio para buscar los típicos ovillos y placas. Sin embargo, hoy en día, los trabajadores de la salud pueden hacer un diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer durante la vida con más certeza. De hecho, los avances en imágenes cerebrales, como las tomografías por emisión de positrones (PET) y las técnicas de imágenes mencionadas anteriormente, pueden ayudar a evaluar la presencia de proteínas amiloideas (también conocidas como beta-amiloideas).
Es importante comprender que la enfermedad de Alzheimer se trata con terapias médicas y no médicas. No existe un tratamiento disponible en la actualidad que pueda retrasar la progresión o prevenir la enfermedad de Alzheimer. El uso de terapias médicas es para controlar los trastornos del comportamiento y el pensamiento, mientras que las terapias no médicas son de apoyo y ayudan a mejorar la calidad de vida.
En la actualidad, hay dos clases de medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas de pérdida cognitiva y de memoria. Estos agentes funcionan mejor cuando se usan de forma precoz en el curso de la enfermedad. Desafortunadamente, estos medicamentos no funcionan en todos los pacientes y no hay forma de saber de antemano quién responderá y quién no. Encontrar respuestas para las opciones de tratamiento precoz de la enfermedad de Alzheimer es de gran importancia para los científicos e investigadores.
Estos agentes funcionan aumentando el nivel del neurotransmisor acetilcolina en el cerebro, lo que facilita la comunicación neuronal. Estos medicamentos suelen ser los primeros medicamentos que se prueban y un buen número de pacientes con Alzheimer ven mejoras en el pensamiento y la memoria. En algunas personas, estos agentes también pueden mejorar las características neuropsiquiátricas como la depresión, la ansiedad o la agitación. Los inhibidores de la colinesterasa actualmente disponibles incluyen:
Desafortunadamente, estos medicamentos también pueden tener efectos secundarios adversos que incluyen:
La memantina (Namenda) actúa sobre un neurotransmisor diferente para mejorar la comunicación entre las células cerebrales. Por lo general, se usa para controlar los síntomas moderados o graves de la enfermedad de Alzheimer e incluso se puede combinar con un inhibidor de la colinesterasa. Los efectos secundarios del medicamento pueden incluir confusión y mareos.
Recientemente, la FDA de EE.UU. aprobó el uso de aducanumab para el tratamiento de casos seleccionados de la enfermedad de Alzheimer. Este es el primer fármaco aprobado para eliminar la placa amiloidea del cerebro. Sin embargo, se necesitan más estudios para determinar qué pacientes se beneficiarán de este agente.
Debido a que los pacientes de Alzheimer a menudo desarrollan ansiedad, depresión, ira y paranoia extremas, a veces es necesario usar agentes antidepresivos, antipsicóticos y/o ansiolíticos. Estos agentes se usan por un período de tiempo corto y pueden ayudar a controlar los síntomas comportamentales asociados con la enfermedad de Alzheimer.
Cuidar a una persona con la enfermedad de Alzheimer es física y mentalmente agotador. Como cuidador, puede desarrollar culpa, ira, desánimo, pena y un estrés enorme. Además, el aislamiento social es muy común. Por lo tanto, preste atención a sus necesidades y únase a un grupo de apoyo. Busque ayuda de amigos y familiares y tómese descansos frecuentes del cuidado. Recuerde cuidar su propia salud comiendo sano, haciendo ejercicio y socializando. Hoy en día, hay muchos recursos disponibles para los cuidadores de la Asociación de Alzheimer. Estos recursos pueden ayudarlo a conectarse con proveedores de atención médica, agencias de atención domiciliaria, grupos de apoyo y terapeutas.
Cano Health es una organización comprometida con mejorar la atención al paciente. Hay varios lugares para servirle. El objetivo de Cano Health es tratar a los pacientes como familia, brindando a las personas mayores una atención primaria superior. Con ese fin, se han implementado muchos programas para ayudar a las personas mayores a obtener mejores resultados clínicos, a la vez que se reduce el costo de la atención médica. Para obtener más información sobre los servicios de Cano Health, llame hoy al 1-855-975-5119.
Para la mayoría de los que se han dado cuenta de que sus patrones de…
La meditación ha sido practicada durante siglos por muchas culturas diferentes, en una variedad de…
Muchas personas tienen depresión y/o ansiedad, pero a menudo sienten miedo de visitar a un…
Recientemente, se ha hablado mucho sobre las superfoods, e Internet está inundado con todo tipo…
Las varices son muy comunes entre la población general. Estas venas azuladas, torcidas y agrandadas…
La mayoría de las personas desarrollarán dolores y molestias articulares ocasionales en algún momento de…